SOY: Tic… Tac…

YO: Tum… Tum…

SOY: Tic… Tac… Se oyó cuando la primera gota de consciencia movió las aguas de la esencia. Tic… Tac… Resonó impulsando las olas de la frecuencia. Tic… Tac… Marcó el inicio del Tiempo.

YO: Tum… Tum… Pulsó la gota, creando las olas que se expandieron. Tum… Tum… Impulsó el agua de vibración volviendo al centro como un eco. Tum… Tum… Marcó el inicio del Espacio.

SOY: La esencia pulsante se volvió movimiento…

YO: Y el movimiento se volvió existencia experimental…

SOY: En su expansión generó energía creadora…

YO: Y su creación utilizó la energía para integrar…

SOY: El creador se volvió lo creado…

YO: Y lo creado se volvió creador…

SOY: Aquel que se manifestó dispuso su energía para el surgimiento del Universo…

YO: Y aquél que vive el universo dispuso su energía para el retorno al Cosmos…

SOY: Lo Divino pulsó lo mundano…

YO: Lo Mundano impulsó lo divino…

SOY: El Cosmos comenzó a dar todo de sí…

YO: El Universo comenzó a recibir todo para sí…

SOY: …Dar…

YO: …Recibir…

SOY: …¿Qué haces con lo que te doy de mí?…

YO: …Lo tomo para crear. ¿Qué haces con lo que recibes de mí?…

SOY: …Lo tomo para creer. ¿Qué creas?

YO: …Mi vida, tanto dentro, como fuera. ¿Qué crees?

SOY: …En tu vida, tanto la interna como la externa. ¿Qué haces con lo que creas?

YO: …Experimento, juego, aprendo. ¿Qué haces con lo que crees?

SOY: …Integro, disfruto, comprendo. ¿Qué obtienes de lo que creas?

YO: Placer. ¿Qué obtienes de lo que crees?

SOY: Plenitud. ¿Qué es lo que me das?

YO: Conocimiento, surgido de todas las cosas que experimento y aprehendo. ¿Qué es lo que tú me das?

SOY: Sabiduría, surgido de todas las cosas que integro y comprendo. Pero… ¿Me das todo lo que puedes darme?

YO: A veces guardo cosas para mí… ¿Y tú?

SOY: No tengo nada que quedarme para mí. Lo doy todo.

YO: No es justo entonces. ¿Qué es lo que hacemos con esto?

SOY: Intercambiar. Es decir, cambiar entre nosotros. Cambio viene del indoeuropeo “skamb”, que significa “curva”, es decir, que aquello que va, no tardará en girar y volver. Cambiar es una irrupción en el objetivo fijo hacia delante, es la modificación de algo establecido. Cuando eres tú el que cambia, implica que tu sendero se ha torcido en otra dirección. Pero cuando “intercambias” con otro, significa que tanto uno como el otro obtendrán algo, pues el que viene de la dirección a la que te diriges tiene algo que darte para llegar a tu destino, y tú tienes algo que darle para llegar al suyo.

YO: En el intercambio existe lo que consideramos trueque, cambiar una cosa por otra consideradas por un valor equitativo. Es decir, que tú tienes que tener algo del mismo “peso” para poder intercambiar.

SOY: En la materia, es así, pues se considera que aquello que te permite sobrevivir en la vida es tu capacidad de fortaleza y valentía. “Aquel que es fuerte es el que sobrevive”. Fuerte, en indoeuropeo se dice “wal”, que da origen a las palabras valiente, valentía, valeroso, y desde luego “valor”. En inglés todas estas palabras tienen distintos orígenes, aunque tienen su expresión “valiant”. La palabra “brave” (valiente), por ejemplo, proviene de la forma resumida del término con que se conocía a los nativos del norte y centro de Europa: los “bárbaros”, que eran fuertes y bravos (cuya atribución lingüística se refiere a ser “malo” y agresivo). Así, las cosas que eran fuertes, viriles, eran las que se consideraban de valor. Pero muchas cosas son fuertes, así que debía buscarse algo que fuera poco común para poder “contabilizar”. Así, los minerales, como la Plata, se hicieron una fuente fundamental. Las minas Alpinas de Baviera, Austria y Suiza sirvieron para generar este valor contabilizado. El Peso de la Plata durante el dominio de la casa Española de Austria hizo que en las colonias americanas del siglo XV se expandiera el término “peso” y “plata” para referirse al valor, la moneda, el dinero de intercambio. Pero los germánicos bohemios le llamaban “Thaler”, que más tarde se convertiría en la palabra que los norteamericanos llamarían “Dólar”.

YO: Mi país, Argentina, se llama así porque en latín “plata” se dice “argentum”, y era la colonia por la cual se exportaba todo la plata de las minas de los Andes desde Bolivia. “El Río de la Plata”, por donde salían los barcos llenos de este material hacia Europa.

SOY: El trueque deja de servir en un sistema donde hay muchas personas que producen cosas que no todos necesitan. Así, la moneda empieza a tener un valor, un peso, que simbólicamente equivale a todas las cosas que antes suplía el trueque.

YO: Es simbólico…

SOY: Todo valor es simbólico y relativo, pues el valor de las cosas existe en la apreciación, en la mente, no en la materia. Para una cultura una semilla puede ser más valiosa que el oro, pues el oro no se multiplica ni se come, y la vida va de multiplicarse y comer. Pero justamente para otras culturas esto es lo que le da valor, que sea algo limitado, que no todos pueden tener, que no sea de fácil acceso y que no esté en manos ni boca de todos. Así le dan a las semillas un valor en función de la plata y el oro.

YO: Para tomar control sobre las cosas.

SOY: Es la forma en que existen los reinos, en que se basa el peso de un país, de un imperio. Se basa en la capacidad que ese gobierno tiene de gestionar el peso de su moneda, de administrar el valor de las cosas que posee.

YO: ¿Y eso está mal?

SOY: Todo depende del contexto, como siempre. Pero vamos a analizar esto desde 3 niveles diferentes. El primero será el Individuo, luego el Social y luego el Consciente. En primer lugar, el Individuo está basado en la supervivencia. Lo que ya hemos hablado: un ser, tanto desde el punto de vista orgánico y biológico, pasando por su emoción, como desde sus creencias; todo está programado para vivir la mayor cantidad de tiempo posible, sobrevivir en la existencia. Esto hace que el cuerpo haya sido construido con la intención de Ahorrar Energía.

YO: La energía es la moneda de cambio del Universo.

SOY: Todo en el Universo es energía. La plata, la moneda, la comida, un abrazo; todo es energía, y la intención y atención que le pongo a esa energía es la que le da más peso o menos peso. Por ende, valor. Los átomos se agrupan en moléculas con el objetivo de ahorrar energía, las moléculas se ordenan en elementos químicos para ahorrar energía y encontrar estabilidad. Los minerales se ordenan para encontrar estabilidad. Los vegetales ahorran energía convirtiéndola en almidón. Los animales ahorran energía comiendo todo lo que puedan ante la posible escasez. Los humanos ahorran energía cosechando, administrando los recursos conseguidos. Como verás todos los seres vivos hacen esto, por el simple hecho de que sus átomos lo hacen. Es una forma de encontrar estabilidad, independencia, seguridad.

YO: ¿Qué significa ahorrar?

SOY: Ahorrar viene del árabe “al-hurr”, que significa “ser libre”. Era la denominación utilizada para referirse a una persona esclavizada a la que se le devolvía la libertad y se le hacía independiente, sin amo. En inglés, “to save”, viene del latín “salve”, que significa salvar, cuidar algo, lo adquirido, proteger lo conseguido, y se une al concepto “to earn”, viene de las antiguas lenguas germánicas “aznonia” y “arnon”, que significa “cosechar”. Que da origen a la forma de ahorrar en otras lenguas como el italiano. Dichos conceptos nos llevan a entender que un ser libre podía ahora cosechar su propia comida y administrar su casa. En griego: poner orden a la casa se dice “oikós (casa) nomós (orden)”, origen de la palabra “economía”. Y ese orden es administrar lo que se come, con lo que se sobrevive, lo cual se administra en la cocina: Corazón de la Casa. Allí se comprende que el centro de la vida es la comida, la cocina es el centro de la libertad propia que te lleva a cocinar la propia cosecha. Ahorrar no es de tacaño, pues, sino de un ser libre capaz de administrarse sin un amo, de encontrar el equilibrio por sí mismo.

YO: Un nuevo concepto, o tan viejo que se perdió.

SOY: Y esto nos lleva al segundo nivel: lo Social. La libertad nos lleva a hacer un doble esfuerzo, pues ahora al no depender de otros, hay que hacer esfuerzo (peso, valor), para conseguirlo por uno mismo, lo cual nos lleva a la búsqueda de la labor en equipo. Una familia come toda de la misma mesa, comparte, y por lo tanto todos deben aportar y hacer algo para tener el plato lleno, ya sea sembrando, cosechando, cocinando o estudiando, todos dan. La familia, así, es la base de la sociedad libre que busca economizar mediante el intercambio. Es el primer surgimiento concientizado de este intercambio, pero aún basado en la idea de supervivencia. El Amor se convierte en una forma de economía, a través de la comida, todos se mantienen unidos. Las Sociedades se basan en este forzado intercambio para sobrevivir. Y tanto la primera etapa como la segunda están basadas en el miedo a Gastar.

YO: ¿Qué sería gastar?

SOY: Etimológicamente, tanto para el inglés como para el español, el origen es “ew”, del indoeuropeo, que hace surgir al concepto latino “vacare”, es decir, el mismo origen de la palabra “vacío”. En inglés, el término “spend” surge del latín “ex-pendere” que significa dejar caer, soltar, gastar algo. Que las cosas falten, la ausencia de algo. Gastar, pues, es también devastar, perder, hacer las cosas en vano. Si toda la naturaleza busca estabilidad mediante cuidar los recursos energéticos producidos, entonces gastar es considerar la posibilidad de no tenerles, de perderlos, de haber hecho un trabajo en vano. El miedo a la escasez, a la pérdida, al no tener.

YO: ¿Cómo uno se libera de ese miedo?

SOY: Dando…

YO: Pero eso es en contra del principio del ahorro.

SOY: Lo es si lo ves como dualidad. En la concepción económica actual, los humanos interpretan dos tipos de resultados en la vida: “ganar” o “perder”. Ganar, nos lleva de nuevo al germánico “arnan”, que significa cosecha, y Perder en español viene del latín “perdare”, significa “para” y “dar”. En inglés, la palabra “to lose” proviene del indoeuropeo “lewh”, que significa “dejar ser libre”. Liberar, pues, es recurrente en los términos económicos. Como verás, los conceptos duales en los que se basa la cosmovisión competitiva del humano, son conceptos irrisorios para la naturaleza, que comprende que es la libertad de los seres y su búsqueda de estabilidad la que por naturaleza lleva a la búsqueda de equilibrio, armonía, intercambio. En el intento de convertirlo en un proceso inteligente, se han convertido en el hazmerreír de los otros reinos naturales. Los otros reinos viven desde la supervivencia, y aún así permanecen en equilibrio, recibiendo y dando libremente. Pues la única forma de ahorrar energía a nivel atómico, es sumarse a compartir esa energía a nivel molecular. Dar y Recibir son funciones naturales, no filosóficas.

YO: Hasta que llega la tercera etapa… La Consciencia.

SOY: Aquí es cuando me doy cuenta de que Dar y Recibir son un circuito único de intercambio. Que perder no implica quedar vacío, sino abrirse a la posibilidad de recibir algo nuevo que antes no podía llegar a mí porque ese espacio estaba lleno. El Universo no te dará nada que luego desperdicies. Los humanos, en lugar de ahorrar, os convertís en acumuladores. El miedo a la escasez os convierte en una suerte de Diógenes, acumulando cosas sin sentido de la utilidad en el “por si acaso”, cuando la verdadera libertad se encuentra en el dar sin esperar nada a cambio. Es en ese instante cuando habilito el circuito natural de las cosas. Aquellos que simplemente “son”, que se dejan ser, no tienen miedo a perderlo todo, porque saben que la pérdida es la antesala a la recepción. Pero si te estancas en la visión de vacuidad, de pobreza, entonces estarás lleno de preconceptos. La Consciencia es la etapa en la que el ser se libera de los preconceptos y reconoce que nada realmente le pertenece, y que puede tenerlo todo sin apego a ello, pues siempre tendrá lo que necesita si sabe dar.

YO: Entonces, ¿debo ahorra?

SOY: Si es para acumular por si acaso, entonces te aconsejo que no. Si es para un objetivo o propósito concreto, entonces sí. Pues de nada sirve acumular energía si no se usará. Toda energía debe tener un objetivo hacia donde dirigirse, sino se pierde, es decir, se libera. Si quieres obtener cosechas debes gastar tu energía, no acumularla. Recuerda, gastar significa cosechar, es cortar el fruto, obtener la semilla, es invertir (del latín verter, volcar algo en el interior), dirigir la energía hacia un sitio concreto. Quita el peso moral que has puesto a la palabra gastar como sinónimo de escasez, quita el peso que has puesto a la palabra ahorrar con una connotación de supervivencia. Pues el peso es un valor mental no aplicable en el mundo de la materia.

YO: El “peso” no tiene valor… Una frase muy argentina, jeje.

SOY: Nada lo tiene si no se lo das, y todo lo tiene si se lo das. Ahorra tu energía para ser gastada en lo que dará frutos.

YO: Me libero de los preconceptos de Ahorro y Gasto, para ser Libre y Cosechar mis frutos.