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Salud y Enfermedad

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Física

Yo Equilibro

SHy: Yo Soy la Evolución en constante expresión

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YO: Si soy lo que como, lo que consumo, entonces todo lo que absorbo del mundo exterior en términos de información, de emoción y de insumos, determinará mi estado energético, ya que lo consumido es energía que pasa a formar parte de mi reserva energética. Entonces, si lo que llega a mí posee una baja vibración, por más que yo haga muchas cosas positivas como yoga, meditación o sea una buena persona, mi cuerpo estará nutriéndose con baja vibración constantemente.


SOY: Es como poner la gasolina más económica y casera que encuentres a un coche que utilizas para hacer voluntariado y servicio comunitario. No importa cuán bueno seas y lo que hagas con el coche, si el combustible es malo, no llegará a ningún destino.


YO: Claro… Por ello la importancia de alimentarse bien.


SOY: Y como dijimos, alimentarse bien no es comer lo que otros comen porque les hace bien, sino comer lo que a tu cuerpo le hace bien. De la misma forma que hay distintos tipos de combustible para distintos tipos de coches, hay distintos alimentos para distintos cuerpos. Tomar consciencia de lo que se come y por qué, perfeccionará tu maquinaria. Pero no sólo en términos de alimentos físicos, pues recuerda que la comida es sólo una expresión física de la energía. Luego tienes la forma fluida de la energía que es la emoción y los vínculos que también te nutren. A veces un abrazo con amor alimenta mucho más un cuerpo que un enorme banquete. Una buena idea y conversación llena más un estómago de fortaleza que comer desayuno, almuerzo, merienda y cena.


YO: Todo es energía en distintos estados. ¿Qué pasa cuando toda la energía que se recibe es negativa?


SOY: Lo mismo que pasa cuando toda la energía que recibes es positiva.


YO: …Que sería…


SOY: Te enfermas.


YO: ¿Cómo es posible que me enferme con energía positiva?


SOY: Tenéis un concepto muy extraño y dual de lo que es “energía positiva”. Culturalmente habéis dado a esta afirmación una connotación de bondad, de bienestar, de éxito, por el hecho de que positivo significa “que está puesto ante mí”, del latín “positus”, “ponere”, por lo tanto aquello que explícitamente se percibe, se contempla y puedo tocar y ver. En cambio, negativo viene de “negare” que significa “que no está”. Por lo tanto, aquello que no puedo ver ni tocar. En las curvas de una onda, se llama positivo a la cúspide superior, y negativo a la curvatura inferior, en un concepto de que lo que está por encima es lo que se ve y lo que está por debajo es lo oculto y no se ve. ¿Se entiende?


YO: Claro, comprendo.


SOY: Así, la energía se manifiesta de estas dos maneras. Ahora bien, vamos a tratar de entenderlo de una forma más física y química. En un átomo, los protones son partículas con carga energética positiva, y los electrones son partículas con carga negativa. Pero, ¿qué pasa si muchos protones quedan sueltos en el ambiente, en un compuesto, habiendo perdido sus electrones?


YO: Que habrá mucha carga positiva en un compuesto.


SOY: ¿Y eso significa…?


YO: Que el “pH” será muy ácido y dañino para la salud.


SOY: Y ¿has escuchado decir lo positivo que es tener muchos iones negativos en el ambiente?


YO: Sí, muchas veces… ¿Por qué?


SOY: Porque los componentes negativos limpian el aire, mejoran la circulación de la respiración, el funcionamiento digestivo entre otras cosas. Es decir, que aquí lo negativo es positivo y lo positivo es negativo.


YO: Todo es muy relativo…


SOY: Exacto. Porque le habéis dado una connotación dual y moral a algo que no lo tiene. Una sobrecarga de energía positiva en tu cuerpo convierte a tu cuerpo en un ambiente ácido energéticamente hablando, en que todo lo que tienes comienza a descomponerse. Si sólo recibes energía negativa, lo que sucederá es que no podrás plasmar nada nunca, y siempre estarás tratando de completar lo que te falta. El balance de ambas es fundamental. Su desequilibrio es la Enfermedad.


YO: ¿Qué es la enfermedad?


SOY: En latín “in fermare”, significa “ponerse firme”, lo que conceptualmente traduciríamos como “detenerse”. En inglés, la palabra “disease” también viene del latín: “dis” (a diferencia) y “iacere” (permanecer en un sitio), el concepto es que “permanecer” es un sinónimo de tranquilidad, de comodidad. Por lo tanto al referenciar lo opuesto a la comodidad, se entiende disconformidad, intranquilidad, es decir “salir de la zona de confort”. En ambas lenguas, hay algo que se detiene, que se aquieta, que no se mueve más o que entra en crisis al moverse y romper su rigidez. Enfermarse implica que todo está tan lleno de energía que no hay nada nuevo circulando, entonces la energía se estanca, se detiene, se rigidiza.


YO: O sea que no hay que entender a la enfermedad como un sinónimo de debilidad, sino de rigidez, en que los conceptos energéticos ya sean mentales, emocionales o físicos, empiezan a detenerse.


SOY: Enfermarse es algo que trata de hacernos saber que hay algo que no está moviéndose correctamente en el interior. Por un lado, al enfermarse, el cuerpo debe entender dos cosas: una, que hay algo que no se estaba moviendo, aunque no entienda lógicamente qué, tal vez algo viejo, ancestral, que debo tratar de comprender para liberar y darle movimiento otra vez, (pues recuerda que las células no entienden de la división de los 3 tiempos). Para los cuerpos, pasado, presente y futuro son todos aquí y ahora, y lo que tus ancestros vivieron sigue vivo en la memoria de tus células. Y dos, que durante ese periodo, el cuerpo debe descansar y detenerse, quedarse quieto y entrar en un proceso de hibernación, meditación y de prestar seria atención a las reacciones del cuerpo. Los humanos, cuando se enferman, tratan de curarse para seguir con sus vidas, y lo único que hacen con esto es negar que el cuerpo nos está avisando de un problema, que al curarnos sin consciencia, sólo lo estamos pateando hacia más adelante o a las próximas generaciones (de la misma manera que os ha llegado a vosotros hoy).


YO: Sí, todos hemos hecho esto. Querer curarnos. Recuerdo que cuando mi abuela me dijo que tenía cáncer, le dije: “hay dos caminos que puedes elegir: curarte o sanarte. El primero puede ser corto, pero sólo te traerá más problemas en otras partes del cuerpo con las que tendrás que seguir lidiando. La segunda, es un camino largo, pero te llevará a liberarte más allá de la vida, para toda la eternidad.” 


SOY: Curar viene de la palabra “cura”, en latín, que significa: cuidar. Esta palabra quita la responsabilidad al enfermo en pro de responsabilizar al otro de su cuidado. La palabra Sanar en español, viene de “sensatus”, es decir que se basa en sus sentidos, y es coherente en su accionar, que da origen a la palabra “sanity” en inglés, estar cuerdo. Ambos componen el concepto de la “Salud”, que se origina en la palabra “Salus” que significa Salvación. Saludar, en español, tiene el mismo origen, pues significaba que le deseabas la salvación al otro para que pudiera llegar al reino de los Cielos en el juicio final.  En inglés, “Health”, igual que el verbo sanar (heal), surge del Indoeuropeo “kailo”, que significa “totalidad, completo, buen presagio”. Es decir, que implica el reconocer que todas las partes están en armonía, nada sobra ni falta.


YO: Está en equilibrio… A salvo.


SOY: Así es que enfermedad y salud no son opuestos y deben encontrar un equilibrio. La enfermedad es el mecanismo de detenerse para pensar en lo que no estabas prestando atención y no cuidaste o resolviste y ahora es momento de hacerlo sí o sí. Mientras que el proceso de Salud es encontrar el equilibrio entre todas las partes, armonía, poner las cosas en su lugar, siendo coherente, sensato.


YO: En cierta forma los excesos de energía positiva o negativa nos llevan a enfermarnos, y muchas veces esto es heredado. Es decir, que podemos enfermarnos en nombre de nuestros ancestros pues las células son parte de todo el árbol genealógico y no interpretan a los individuos sino a un linaje. A su vez, podemos enfermarnos por nuestra propia incapacidad de administrar los excesos o escasez de energía propia, en la alimentación o en los vínculos y la información que recibimos día a día. Pero ¿qué pasa cuando las enfermedades son ajenas a mí? Como en esta pandemia, por ejemplo.


SOY: Nada es ajeno. La humanidad es un órgano dentro de un organismo mayor llamado Tierra. La Tierra está enferma, es decir, que tiene muchos conflictos que resolver que están en sus células, en los humanos. Imagina a la Tierra como una señora que se enferma y no sabe por qué. Pero la razón está en sus células que contienen la información del pasado, los humanos. Muchas de sus células, por más que estemos en el siglo XXI, siguen viviendo en base a la supervivencia homínida como hace 300.000 años. El mismo patrón. Por lo tanto, esas células no entienden de avance, presente o futuro, todo pasa aquí y ahora. Por esto, la Tierra se enfermó, subió la fiebre (calentamiento global), se esparcen virus (entre ellos el Covid 19); muchas células cancerígenas devoran otros órganos para vivir de su energía (devastación de los ecosistemas), y por ello, la Tierra necesitaba detenerse, poner a todas sus células en cuarentena, enfermas. Este 2020 estáis viendo lo que sucede cuando un planeta se enferma. Todos son un solo organismo. No tiene nada que ver si alguien es bueno o malo, si haces las cosas bien o mal. No pasa por ahí, pasa por la fortaleza y adaptabilidad de tu célula para multiplicarse y trascender el virus. Viril, fuerte, virulento, violento, es una etapa agresiva del ser en que trata de defenderse y sobrevivir. Este tiempo de detención, es un tiempo en que la Tierra ha enfermado deteniendo a cada humano, ahora, la única forma de Sanarse y encontrar la Salud es mediante ubicar las cosas en su lugar correspondiente, en ser coherentes y responsables, actuar con cordura y encontrar armonía en los actos de la civilización. De igual manera en los individuos. Estar en alta vibración no te aleja de ser parte del todo, del organismo, sino que te da la responsabilidad de fortalecerte y demostrar lo que puedes hacer para trascenderlo. Somos Uno.


YO: Entiendo… Comprendernos como Uno nos hace salir de la separación que nos hace buscar la cura, que nos hace creer que si vibro alto esto no me pasará, sólo le pasará a otros… La clave está en ser todos parte del organismo y responsabilizarnos en sanarlo, en encontrarle el equilibrio entre todos, como hace nuestro cuerpo.


SOY: Cada enfermedad, sea de causa ancestral, personal o externa, llega a ti como una reacción a tus acciones y tu resonancia. Nunca somos inocentes de las cosas que nos ocurren, siempre somos responsables de una u otra forma. La pregunta es la misma que has hecho a tu abuela: “¿qué camino tomarás: el de la cura o el de la sanación?”.


YO: Para sanarme, pues, debo mirar la vida como lo hacen mis células, contemplar pasado, presente y futuro, y al proyectarme en el futuro estoy manifestando la voluntad de moverme, de salir del estado de “enfermedad”, sabiendo aún así que el mismo es el que me explica el cómo y el por qué.


SOY: La coherencia es la única clave de la sanación. No mires nunca la enfermedad como una derrota, sino como una oportunidad de abrir los ojos ante lo que estabas ignorando por desconocimiento. La enfermedad es la segunda oportunidad, de detenerse, inspirar, y dar un nuevo paso, esta vez con mayor comprensión y sabiduría. Mayor libertad. La Salvación sólo puede llegar cuando ves a la enfermedad como parte de la sanación y no como su derrota.


YO: Mi camino, pues, es un constante camino de sanación con intermitentes momentos de enfermedad, como un sendero hacia la cima de una montaña que me exige detenerme cada tanto a tomar un respiro y contemplar.


SOY: ¿Recuerdas el monte Kailash?


YO: “¿Estás dispuesto a Morir?”, esa fue la frase de Merlín antes de llegar a los 7000 metros de altura.


SOY: Temías morir… ¿Cuántas veces te detuviste?


YO: Muchas. Pero lo superé. Nunca me detuve a pesar del frío, la fiebre y el dolor de cabeza. La muerte fue parte de mi nacimiento aquel día. Cuando me detuve a mirarle fijamente, supe que toda mi vida se había detenido por un instante, sentí morir, y entonces me di cuenta de que la muerte era mi propio camino.


SOY: ¿Aceptas serte Fiel y Respetarte, en la Abundancia y la Escasez,  en la Sanación y la Enfermedad, Amándote y Cuidándote incluso más allá de que la Muerte te Libere?


YO: Sí, acepto…


SOY: Entonces te declaro… YO y SOY.

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CÓDIGO

CORRESPONDENCIA: la segunda ley es la del Sueño y el Soñador, del Creado y el Creador. Todo en el universo se corresponde a otra cosa, pues todo es una proyección: inicio y fin, alfa y omega, arriba y abajo, dentro y fuera, derecha e izquierda, delante y detrás, realidad e ilusión, sueño y vigilia, femenino y masculino…
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