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nov10

Perdición

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Yo Deseo

Ñü: Yo Soy la Expansión de toda Posibilidad

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YO: Tras una crisis, no hay nada más normal que preguntarnos: “¿dónde estoy?”. E inmediatamente llegamos a más preguntas: “¿Para qué pasó esto? ¿Por qué? ¿Qué hice? ¿Vale la pena? ¿Y si tal vez tengo que dejarlo todo? ¿Sirvió todo lo que hice hasta ahora o fue en vano?”.


SOY: Es normal preguntarse todo esto cuando se pierde el camino, cuando todo lo que considerabas normal de repente se termina. Lo normal en los humanos es creer que cuando viven una crisis, nada de lo que han realizado ha valido la pena, porque por más que se hayan movido, han acabado mal y sufriendo. Eso es una miraba muy cortoplacista. Estáis tan focalizados en la emoción del momento, tan en esa sensación del presente, que interpretáis pasado y futuro con la misma emoción. Es allí cuando todo parece perder sentido. Y por lo tanto, no tenéis un punto de referencia, de origen ni destino.


YO: Es la sensación de perdición total…


SOY: Y es justamente de lo que se trata, de la perdición.


YO: ¿En qué sentido?


SOY: Dime, ¿qué es descubrir?


YO: Es quitar lo que está cubriendo algo, y ver eso que estaba tapado por primera vez en mi vida.


SOY: O sea que no tenías una previa idea de lo que había allí.


YO: No. Sino no sería descubrir, sería reencontrar.


SOY: ¿Y qué implica “Descubrir” desde una mirada emocional?


YO: Bueno… Creo que implica entusiasmo, éxtasis, alegría, sorpresa, realización…


SOY: O sea que algo que desconocías con anterioridad provoca muchas cosas positivas en tu vida…


YO: Depende, si lo que descubro era algo bueno o un secreto horrible…


SOY: Ambos te llevarán a emociones que exaltarán tu forma de vivir, cambiarán lo que previamente creías para tener que adaptarte a eso nuevo que acabas de ver. Un descubrimiento es una verdad que sale a la luz, independientemente de cuán horrible o hermoso sea lo que estaba cubierto.


YO: Sí… Así es.


SOY: Entonces, al descubrirle, lo que previamente tenías como conocimiento deja de ser útil y necesitas nuevas herramientas tanto mentales como emocionales y físicas para ajustarte a esta nueva realidad que descubriste.


YO: Sí…


SOY: Sin tener nada antes… O sea que tienes que dejar todo lo que traías contigo para volver a tomar nuevas cosas…


YO: Así es…


SOY: O sea que todo lo que traías, ahora es todo “para dar”. ¿Te acuerdas qué palabra obteníamos de este concepto?


YO: “Perdonar”.


SOY: Exacto. Perdonar es el concepto positivo en que el alma, la consciencia reconocen que deben soltar aquello a lo que estaban apegados, dejarlo ir en un proceso amoroso y transformador. Pero, ¿qué pasa si no quiero dejarlo ir, y la vida me fuerza a cambiar mediante una crisis?


YO: Lo pierdo todo…


SOY: Allí encuentras el aspecto negativo de la palabra Perdonar, que es “Perdición”. Esta palabra tiene la misma etimología que Perdonar, significando lo mismo, pero en su caso, evolucionó al verbo “Perder” en las lenguas latinas, y “Lose” en las lenguas sajonas, que significa “cortar, dividir, dejar una parte”.


YO: Significan lo mismo… Claro. Una surge de la voluntad interior, por amor y consciencia de liberación (Perdonar), y el otro surge de la presión exterior, por temor e inconsciencia de castigo (Perdición).


SOY: La sensación de estar perdido en la vida, no hace más que evidenciar aquellos momentos de inconsciencia en que culpas al mundo externo de tus desdichas, creyéndote preso de un destino que tú mismo te has trazado en otra dimensión. La crisis te muestra que no lo sabes todo, que debes descubrirte a ti mismo. Para ello, debes tener en cuenta por qué la vida necesita que te pierdas. Todo comienza en la seguridad del camino conocido, cuando te crees conocedor, sabio de tu andar, y has convertido lo que ves en tu rutina. Uno se aferra a lo que conoce y puede controlar, y diseña su vida en tal sentido. El apego al camino y la vida conocida, generan apego a la misión y al destino, generando una idea de seguridad en el propósito hacia el cual te diriges, aunque el mismo no sea más que una proyección de tus deseos, y no de tus verdades. Así, cuando llega el momento de la verdad, nada de lo que te has creado por creencia te permitirá cumplir tu propósito, pues tu verdadera misión en la vida está en sintonía con tu esencia, no con tu personalidad. Cuando proyectas tu destino en función de los deseos de la personalidad, cubriendo cada vez más tu esencia, la fuerza del universo te presionará para que le descubras, y veas de verdad lo que estaba en ti.


YO: “Eres una gema preciosa cubierta en mierda”, dijo el Reptiliano.


SOY: ¿Le entiendes ahora? Tu vida se trata de descubrirte a ti mismo, de entender que esa mierda no es más que abono para tu vida, pero que por miedo a brillar como una gema, no has hecho más que cubrirla quitando propósito al abono y a la gema por igual. La crisis es ese baldazo de agua fría que quita toda la mierda de un golpe duro e inesperado, dejando desprotegida la gema. Allí te encuentras con que has construido toda tu vida en función del abono de tu personalidad, y no de la gema de tu esencia. Entonces te encuentras débil, sin sentido alguno, pues todo lo que has construido fue para tu abono, y para el abono de los demás, pero no para ti, para tu verdad. Entonces, no te queda otra que dejarlo todo, soltarlo a la fuerza, pues la vida te pide a gritos ser tú mismo. El más duro desapego es dejar todo lo que creías tanto en tu pasado como en tu futuro. Y soltarlo todo, se llama Perdición.


YO: Me he sentido perdido muchas veces en mi vida, tratando de hacer lo que otros querían, en la búsqueda de mí mismo, me he perdido. Es una horrible sensación. A veces, uno se pierde en sus propios pensamientos, perdiendo la lógica de todas las cosas. A veces se pierde en la emoción del alma, entrando en un profundo pozo sin salida. A veces uno se pierde con el cuerpo, sin saber dónde está ni encontrar el camino de regreso. Las he vivido a todas.


SOY: Cuéntame.


YO: Recuerdo aquella vez que mis guías me dijeron que debía hacer Ayahuasca. Me negué por meses. Decían que estaba tan proyectado en la vida terrenal haciendo cosas para mi personalidad, que no podía oír a mi esencia espiritual, y necesitaba una herramienta de la tierra para lograrlo. Pero yo no quería. Y empecé a sentir de repente que nada tenía sentido. Mi mente sintió un enorme vacío, extraño, sin dirección, incluso mi GPS interno se desvaneció, no había a dónde ir. Estaba en Mendoza, Argentina, y al salir a la calle para irme a casa, me di cuenta de que no podía entender dónde estaba el norte, volví adentro de la casa de los chicos, y les dije que no podía irme porque no sabía dónde estaba. Fue la primera vez que experimenté conscientemente la perdición. Esto me llevó a viajar a Chile para hacer mi primera ceremonia de ayahuasca, y 3 días antes, me robaron todo lo que tenía conmigo. Mis guías me dijeron: “hay que empezar de 0”. Así fue. Sentí todo ese año que mi misión, mi idea de mí, no era la misma, que todo lo que creía de mí había cambiado, el concepto del universo, del propósito, de mis creencias, todo lo veía desde una visión completa. Dio vuelta mi cabeza por completo. Me dijeron que una persona debía al menos vivir 3 puntos 0 en su vida para cada uno de sus cuerpos: mental, emocional y físico; crisis que llevan a un estado de perdición total, de reinicio.


SOY: ¿Y el Segundo?


YO: Creo que el segundo implicó el Corazón. Ese 2017 para mí fue terrible en tal sentido. La misma semana que comencé el Camino del Dragón en Patagonia, mi abuela murió, alguien que significa demasiado en mi vida. Sentí que al irme en mi misión la abandoné en sus últimos días, y eso me destrozó, acompañándome todo el camino hasta caer en aquella depresión y colapso en México que me hizo volver a casa y estar un mes en plan autista. Al volver en mí, viajé a Europa, donde acabé por realizar mis viajes a Monte Kailash y Bretaña, los que me llevaron a Suiza a encontrar ese amor del Vacío. Allí acabé de colapsar emocionalmente, y después de ello sentí como si mi sistema se reiniciara.


SOY: ¿Y el tercero?


YO: Bueno… Supongo que comenzó con el Monte Kailash enfrentando la muerte, y siguió en Escocia, en el monte Storr de la isla Skye. En el primer sitio, casi muero de una embolia y congelamiento a 7000 metros de altura realizando el camino Kora, y literalmente empecé a ver la luz al final del túnel. En el siguiente, me perdí en la montaña por caminos sinuosos, y las nubes me cubrieron dejando un paisaje aterrador y macabro en que los precipicios comenzaron a estar resbalosos, y no encontraba el camino de regreso. Quedé atrapado en un precipicio donde no podía ver nada a 2 metros, y si me movía tal vez caía al vacío. Allí sentí que ese podía ser el día de mi muerte. Tuve miedo, no lo negaré, toda mi vida pasó por delante, y sentí cada una de mis células tratar de defenderse en tensión. Pero cuando me relajé y medité, una nube se movió y me mostró el camino. Fue difícil salir de allí, pero lo logré. Ese día escribí mi testamento. Sentí que nunca había pensado en que podía morir, y que debía tener más cuidado.


SOY: Cuando llegas al final de las cosas, lo único que queda ante ti son posibilidades. Las personas relacionan la palabra perdición con una derrota, casi como la caída a los abismos infernales, en que el alma no tiene vuelta, no encuentra el camino recto. Sin embargo, para el Universo, que es un ser creador, no hay interés en el camino recto. El Universo imagina posibilidades, imagina diversidad, y lo que intenta es descubrir más de sí mismo, encontrar lo que no puede ver con claridad desde el inicio. Así traza caminos, historia. Necesita perderse para poder encontrarse.


YO: Esa frase es clave… El Universo está en un sólo punto, todo se une allí, y es inevitable pensar que creó todo esto para poder descubrir de lo que era capaz, es decir, que necesitaba perderse para encontrarse, necesitaba dar todo de sí para ver una nueva opción…


SOY: Uno se pierde en la vida porque ha creado un destino que no es el real, y al perder todo lo que has construído, es cuando descubres la posibilidad de lo que verdaderamente yace en ti. La perdición, pues, es el universo quitándote de la zona de confort mental, emocional y física para que puedas ver otras formas.


YO: Tomo ahora esos momentos con mayor claridad. Veo ahora que el desesperarse al perderse, como me pasó en la montaña, no lleva a ningún sitio, y que la solución es sentarse a replantear a dónde se iba. El momento de perdición es el momento 0 de reinicio, no la pérdida o final, sino el rencuentro y el inicio.


SOY: Cuando tu alma se vuelva a perder en la vida, ahora sabrás qué debes hacer…


YO: Soltar todo destino, y recordar que siempre me encontraré en el interior.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

3º DIMENSIÓN= la profundidad es la manifestación directa de la trinidad. Así, la tercera dimensión se proyecta en 3 direcciones espaciales que llamamos alto, ancho y profundo, y 3 temporales que llamamos futuro, presente y pasado. Plasma todos los patrones de la segunda dimensión y las ideas de la primera en un mundo regido por las leyes inevitables de la limitación del tiempo y el espacio.
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